1° de Mayo
"Un triunfo de la voluntad y la fuerza del trabajo"
“La voz que vais a estrangular será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora”, grita Spies, periodista alemán de 31 años antes de ser asesinado junto al tipógrafo Georg Engel, y colegas Adolf Fischer y Albert Parsons, Hessois Auguste Spies, y el más joven de ellos, Louis Linng de 22 años, carpintero, que para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.
Por Víctor De Gennaro
A casi 120 años de aquél acontecimiento que marcó a fuego la perspectiva de los trabajadores en Estados Unidos y que fue contestado con la brutalidad y la injusticia propia del imperio que estaba emergiendo que hoy se siga conmemorando es un triunfo de la voluntad y de la fuerza del trabajo.
Recuperar la identidad de los trabajadores, mantenerla y reafirmarla es de una fortaleza espectacular. En nuestro caso lo hicimos concreto en un momento de crisis para los trabajadores como fueron los ‘90, por medio de la construcción de la Central de Trabajadores.
Hoy estamos creciendo en organización, en perspectiva. Hay que pensar que la situación de la clase trabajadora tiene mucho que ver con cosas que acontecían hace más de 100 años. Nosotros en el 2000 marchamos para plantear que la pobreza, el hambre, la desocupación eran los temas esenciales. En 1890 se dijeron cosas similares a las que nosotros presentábamos en el 2000. Presentamos más de un millón de firmas, decíamos que queríamos trabajo, basta de hambre, igualdad. Hoy siguen usufructuando las riquezas las pocas empresas que gobiernan en el país.
Nosotros estamos recorriendo el país dando a conocer la Constituyente Social. Se trata de una propuesta de autoconvocatoria a una nueva experiencia política social, cultural, comunicacional, religiosa del campo popular.
El 1º de mayo surge esencialmente cuando se empieza a hacer consciente la responsabilidad política de cambiar este sistema. Somos hijos de una definición de la pelea por el socialismo. Este sistema neoliberal es el suicidio del hombre, es ser feliz a costa de la infelicidad de millones y millones. Este destino es injusto para la humanidad, y a partir de ahí empiezan las luchas que se plantean desde 1848.
Uno analiza la fe que tenían esos pioneros que fueron capaces de juntarse en una internacional y creyeron que era posible que la clase trabajadora fuera capaz de hacer una acción común en el planeta, creyeron que había una red de conciencia social y política que tenía que organizarse. No se puede dividir la acción cotidiana, reivindicativa, sindical de la acción política de fondo. La falta de libertad y democracia sindical es imprescindible para que haya bajos costos laborales.
La organización de los trabajadores hace que rápidamente se luche por mejores condiciones y no permitirlo es ayudar a los grandes grupos económicos y entorpecer la identidad de la clase trabajadora.
Jueves 30 de abril de 2009
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