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La CTA marcha el 30 de septiembre al Ministerio de Trabajo

El miércoles próximo la Central de Trabajadores de la Argentina volverá a ganar la calle para hacer oír su reclamo por libertad y democracia sindical en el ámbito de los trabajadores de la actividad privada.
La concentración se realizará a las 14.00 en el Obelisco para marchar hacia el Ministerio de Trabajo de la Nación. La movilización se realizará bajo el lema "Libertad y democracia sindical. Por una justa distribución de la riqueza".
La jornada de movilización del 30 de septiembre, se llevará adelante para plantear con toda firmeza que es hora de avanzar en serio en la defensa del derecho a la libertad y democracia sindical, terminar con la precarización laboral y el fraude de las tercerizaciones y promover una urgente recomposición salarial para hacer frente a la carestía de vida. La convocatoria a la marcha fue resuelta en el marco del 1º Encuentro Nacional de Trabajadores de Actividad Privada de la CTA realizado el 9 de septiembre, cunado más de 400 trabajadores acreditados, representantes de unas 70 organizaciones de todo el país, debatieron en al anfiteatro de ATE nacional, en la Capital Federal, acerca de la realidad económica y social, de la manera de construir un modelo sindical nuevo y del papel de la Central.
La movidad del miércoles que tendrá como protagonistas prinicipales a los compañeros de las organizaciones gremiales representativas del sector privado, está en línea con la estrategia de la CTA que ha vuelto a reiterar ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el informe anual donde denuncia la violación flagrante por parte del Gobierno argentino al principio de la libertad sindical.
En el documento, se describen casos que se vienen sumando como el de los trabajadores del Subterráneo, los mensajeros de SIMECA o los aeronáuticos de UALA, organizaciones todas éstas que son obligadas a persistir en la ilegalidad que significa la carencia de la Personería Gremial. La Central denunció que por cuarto año consecutivo se siguen haciendo oídos sordos a la recomendación de la propia OIT para que se reconozca a la Central de Trabajadores de la Argentina. Que inclusive se ignoró el fallo del Superior Tribunal de Justicia de la Nación de noviembre del año pasado que señala claramente que los tratados internacionales, como los firmados con la OIT, tienen preminencia por sobre las leyes nacionales en lo que hace a este tema del reconocimiento de la CTA y de más de dos mil organizaciones sindicales simplemente inscriptas.
El resguardo de este modelo sindical superado en todo el mundo tiene que ver con la negativa a permitir que se generen procesos democráticos de representación entre los trabajadores. De esta forma, se somete a quienes quieren participar sindicalmente a la mano de hierro de las patronales asociadas en muchos casos a conducciones gremiales burocráticas. Todo esto traba la posibilidad de protagonismo de los trabajadores en un momento sensible para la discusión del reparto de la riqueza, donde justamente estamos luchando para que no seamos los trabajadores quienes paguemos esta crisis del sistema capitalista de la que no somos responsables. Los trabajadores del sector privado buscan organizarse para defender sus derechos. Y eligen a la CTA por nuestra autonomía de clase, porque nosotros somos autónomos de los gobiernos, de los patrones y de los partidos políticos.
Además, y en consonancia con los lineamientos fijados por la Central, la marcha del 30 de septiembre servirá para volver a poner sobre el tapete la exigencia al Gobierno para que proceda a reconocer distintos convenios de la OIT referidos a la prohibición de los despidos sin causa (158); la previsión social (102) y el salario mínimo (131). "Basta del verso de la distribución de la riqueza con la que machaca el Gobierno: No existe distribución si los compañeros tienen las manos atadas en su lugar de trabajo y no pueden pelear por sus derechos, y para ello hay que cambiar la legislación vigente y conseguir la personería gremial y la libertad sindical”, dijo Hugo Yasky, secretario general de la CTA al inaugurar el encuentro del 9 de septiembre.
Por su parte, Víctor De Gennaro, secretario de Relaciones Institucionales de la Central, afirmó en esa misma oportunidad que la estrategia de la Central tiene que ser "hablarle a los 10 millones de trabajadores que no están afiliados a ningún sindicato, a los que no tienen organización o dejaron de creer en ella". Y para ello propuso "convocar a un nuevo encuentro de trabajadores del sector privado, antes de fin de año, donde ya no sólo estemos nosotros, sino los miles de delegados de nuestras organizaciones para debatir, en dos o tres días, nuestras fortalezas y un plan de trabajo en común, en definitiva, definir la posición de la Central para esta nueva etapa que hoy se está abriendo".
La unidad de la clase trabajadora no es la unidad de los aparatos, sino la unidad del conjunto de los trabajadores. La falta de democracia sindical apunta a impedir que los trabajadores se organicen en sus fábricas porque es allí donde radica el verdadero poder de la clase. El crecimiento en organización, referencia y representación de la CTA entre los trabajadores de la actividad privada quedará plasmado, seguramente, en la jornada de movilización del próximo miércoles.

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