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A 25 años de la recuperación de ATE

Este viernes 6 se cumplió un nuevo aniversario de la recuperación histórica de la Asociación Trabajadores del Estado. 25 años que nos permiten conocer el pasado, celebrar el presente e imaginarnos un futuro mejor.
Ayer en el Teatro Nacional Cervantes comenzaron los festejos. El Coro Nacional de Jóvenes, el Ballet Folklórico Nacional y la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, integrados por afiliados y delegados de nuestro sindicato, fueron los elencos que dieron el puntapié de la conmemoración que continuará durante todo el año.*
En la gala artística se recordó y celebró el cuarto de siglo transcurrido desde la recuperación de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) de las manos del colaboracionismo con la dictadura militar. Al comienzo se presentó un audiovisual muy emotivo bajo el nombre “Soy de ATE”. Este trabajo, que fue aplaudido y celebrado de pie por todos los compañeros presentes, sintetizó los últimos 25 años de lucha y homenajes a los compañeros que protagonizaron esos y que hoy no están entre nosotros: Germán Abdala, Carlos Cassinelli, Héctor Sánchez y Leopoldo González, entre otros.
Estuvieron presentes en el homenaje de los elencos nacionales a ATE, el compañero Víctor De Gennaro, nuestro máximo dirigente y protagonista de la gesta histórica de la recuperación junto a Carlos Custer, Eduardo De Gennaro, Miguel Romero, Nestor Llanos y Martín Rodríguez, también presentes en el acto.
También participaron el secretario general de la provincia de Buenos Aires, Hugo Godoy junto a los dirigentes bonaerenses Julio Ortellado y Selva Guillén; el secretario general de ATE Capital, Rodolfo Arrechea; el secretario de comunicación de la CTA nacional, Juan Carlos Giuliani; Héctor Méndez, Mónica D Elia, Zulma Montenegro y Oscar de Isasi del Consejo Directivo Nacional, militantes, delegados y dirigentes de la Capital Federal y de provincia de Buenos Aires.
Luego las palabras de Julio Fuentes, secretario general adjunto nacional, manifestaron lo que es ser de ATE, lo que significó y significa pertenecer a una organización que “no para de crecer”. "Felizmente le podemos dar a todos nuestros compañeros una buena nueva: Pablo (Micheli) está en su casa recuperándose" dijo Fuentes al arrancar su discurso, arrancando aplausos y cánticos de apoyo al secretario general del sindicato. “Al igual que miles y miles de compañeros, somos los que ingresamos por ese cauce. Somos los beneficiarios de la recuperación y con poder ser parte de esta organización”, manifestó Y continuó: “Esta ATE nos ha dado la dicha de poder pelear por lo que creemos, y así todos los días cada uno desde su puesto de lucha pelea por lo que sueña. Como decía el compañero Héctor Quagliaro, estamos abriendo un cauce para miles de compañeros que todavía no conocemos. Y acá estamos, esos miles y miles de compañeros de hombres y mujeres que construimos diariamente nuestro sindicato desde 1984”.
Las palabras finales de Julio Fuentes manifestaron el compromiso con lo que se viene. “Son tiempos de concreciones. Esta Constituyente Social nos trae hacia dentro de nuestra organizaron tiempos de debate acerca de cómo somos capaces de sumar a esos miles y miles de compañeros que todavía están esperando ser parte de una organización que pelee por sus sueños. ATE ha transformado esta construcción colectiva, ha transformado la no certeza, las dudas en verdades construidas colectivamente.
Las certezas que teníamos las pusimos en cuestión para construir con el conjunto de los compañeros las certezas y las verdades colectivas. Y este es el tiempo que estamos viviendo. En esta etapa estamos construyendo y apostando a la construcción de la unión popular para construir un país. Así que como dice el poeta, “caminando no hay camino, se hace camino al andar”. Luego fue el turno del Coro Nacional de Jóvenes, un organismo estable, dependiente de la Secretaría de Cultura de la Nación, creado en 1985.
Como obsequio para ATE prepararon una pieza por fuera de su repertorio habitual como es el “Va pensiero” de la ópera Nabucco de Verdi que fue el primer himno obrero del mundo, ya que habla de esclavos que soñaban con su libertad. Fue además, por influencia de la inmigración italiana, entonado en las calles durante las manifestaciones relacionadas con los mártires de Chicago, en el juicio de Sacco y Vanzetti y en las primeros mítines sindicales de fines del siglo XIX y principios del siglo XX.
Al cierre de la presentación del Coro se proyectó el video “Mis Compañeros”, un homenaje a nuestra militancia, a esos “miles de compañeros que aún no conocemos” a los que se refería Héctor Quagliaro cuando profetizó que se estaba abriendo un cauce allá por 1977. El programa continuó con la actuación de la Compañía Nacional de Danza Contemporánea, un elenco que lleva adelante repertorio ligado con la técnica experimental contemporánea. Fue creada a principios de este año y se mantiene en pleno crecimiento incorporando nuevos bailarines y técnicos. Todos afiliados a ATE lo que es un motivo de orgullo para nuestra organización. El cierre artístico estuvo a cargo del Ballet Folklórico Nacional. Este elenco fue creado en 1986 y debuta en el Teatro Colón de Buenos Aires el 9 de julio de 1990. Hoy tiene el 100 por ciento de su planta artística y técnica afiliada a ATE y fueron sus integrantes quienes abrieran las puertas al desarrollo gremial en toda el área de los elencos artísticos de Cultura nacional. En la gala se presentó y obsequio la Agenda Temática 2010, un intento de contar la historia de ese último cuarto de siglo de nuestra organización en el año de su 85º aniversario.Historia “Horvath ó ANUSATE, con su plena participación, será el triunfo de los estatales” era la consigna por esos años en los que empezaba a reconquistarse la Democracia.
Las inminentes elecciones y la posibilidad de elegir dieron el puntapié inicial para que el gremio vuelva a recibir la voluntad colectiva de empezar a soñar, a ser protagonistas, a caminar lo que luego se transformaría en uno de los gremios más prestigiosos y coherentes del país. Sobre un total de 82 mil afiliados en condiciones de votar, la Agrupación Nacional Unidad y solidaridad (ANUSATE) obtenía aproximadamente 24.000 votos contra 16.000 de la lista Azul y Blanca. Se caía una dirección entreguista que duró 20 años y se reformulaba el volver pelear, volver a las calles, a pensar que un país distinto era posible y que los estatales debían ser protagonistas de los cambios venideros. “Este es el triunfo de la responsabilidad. Pero también de un sentimiento de esperanza muy grande. Siempre creímos que vencer a la burocracia era factible porque nunca perdimos la fe en los trabajadores”, contaba De Gennaro junto a Germán Abdala a un medio gráfico aquel día de victoria.

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